Ricardo Espinosa Pedraza (Mirar hacia otra parte)
Mirar hacia tu adentro
puede ser una buena alternativa
cuando tu tiempo gastado
te alcanza en todas las esquinas
cuando el acoso que te
plantea la vejez se hace insoportable
y la cara que te hace el
tipo arrugado en el espejo
de todas tus mañanas,
no es nada amigable...
el tipo ya no quiere golpearte
ya no quiere reprocharte
ya no desea insistir
te volviste una causa muy perdida
te observa con lástima
pero ya no dice nada...
Mirar hacia tu adentro puede servir
de consuelo, de bálsamo
para las yagas y las heridas
casi todas autoinfligidas,
que estás cansado de lamer
Mirar hacia tu adentro
para beber de la fuente primigenia
la original fuente que está a punto
de secarse y sigue vertiendo
esperanzas, sueños y uno que
otro deseo incontrolado
deliciosamente prohibido,
pero ya no fluye a borbotones
es apenas un pequeño surtidor
que gotea... con el que apenas
puedes humedecerte los labios...
Mirar hacia tu adentro porque
la realidad se ha tornado angustiante
y tu risa se ha vuelto tan
solo una mueca desesperada
un gesto que denota fatiga
y un profundo resentimiento...
Mirar hacia tu adentro
o hacia otra parte
y tus cosas sucediendo
en el mundo de afuera
con frenética lentitud
pero sin ti para existirlas