Ricardo Espinosa (De Mi)
"Autobiografía
Como el náufrago metódico que contase las olas
que le bastan para morir;
y las contase y las volviese a contar,
para evitar errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño,
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia
de caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería".
(Luis Rosales)
"Que sea cierto el ayer,
una vez más me asombra:
no entiendo cuál es ya
su obstinada substancia.
¿ Qué mordió el tiempo ?
¿ Qué se dispersó, qué resta ?"
(William Ospina)
Viviste intensamente
sin reparar en el
discurso
ni en las miradas
y simplemente
te lanzaste de cabeza
al abismo
te lanzaste de cabeza
al abismo
con los ojos cerrados
está confirmado: no previste
las consecuencias de cada hecho tuyo
y lo funesto se hizo
una constante inoportuna
y harto dolorosa
toda tu vida
una constante inoportuna
y harto dolorosa
toda tu vida
naciste, creciste y morirás
sin poder acreditar a tu favor
esa 'rara avis' que es la prudencia
y nunca aprendiste
ni aprenderás
(ni te interesa)
a leer los gestos ambiguos
los ademanes solapados
ni las sutiles hipocresías
de los demás
de los demás
has sido tú siempre
el visceral fantasioso,
el sanguíneo apasionado
que habla demasiado duro
el sanguíneo apasionado
que habla demasiado duro
y punto...
nadie más, nadie menos
A tu lado llegaron
amigos sonrientes y solidarios
con tus buenos momentos
con tus buenos momentos
y luego se marcharon con
los malos,
sin despedirse
los malos,
sin despedirse
algún amor
allanó la senda
e hizo más soportable
el camino
hoy estás solo
como estaba escrito
en algún lugar...
hoy estás solo
como estaba escrito
en algún lugar...
a veces se posesionó
de ti el curioso engendro
por el cual tu hermana
y tu tía beatas
pidieron en sus oraciones
pero finalmente
no resultaste tan malo
no resultaste tan malo
ni tan incauto
como para hacer de Dios
la respuesta
la respuesta
a todos los interrogantes,
la justificación
Para la alegría y
la desesperanza
la desesperanza
Dios para la paz
y la guerra
y la guerra
para el hambre
y la grosera opulencia
Dios para los justos
que controlan
este mundo
tan patética
y dolorosamente
inequitativo
Dios para los justos
que controlan
este mundo
tan patética
y dolorosamente
inequitativo
Quién se puede importunar
contigo tratando de ocupar lugar
entre propios y extraños...
entre propios y extraños...
siendo simplemente tú
con lo justo,
con lo que falta
y lo que está de más
con lo justo,
con lo que falta
y lo que está de más
salvo tú mismo